Una zona franca se define como el área o región específica, delimitada dentro del territorio de un país, en la cual existen condiciones especiales como beneficios en materia cambiaria, tributaria y aduanera, que promueven el desarrollo del comercio exterior.
De tal forma, los bienes extranjeros ingresan a las zonas francas están exentos de trámites y de derechos de importación. Es así como las zonas francas se consideran por fuera del territorio aduanero y no están sujetas al control de habitual de la aduana.
Los enormes beneficios que ofrecen las zonas francas, hacen de ellas una de las opciones más favorables para estimular la inversión y aumentar las operaciones de comercio exterior en Colombia.
Quien sea propietario o arrendatario de instalaciones en zona franca en Colombia tiene grandes beneficios de tipo tributario, cambiario y aduanero. Por ejemplo: el manejo integral de procesos de importación y exportación, la simplificación de trámites aduaneros para la salida de mercancía a otros países, compra desde el exterior de la estructura y materiales para la construcción y montaje de las instalaciones del usuario, todo libre de pago de gravámenes arancelarios, manejo de mercancías para devolución y todo tipo de desperdicios libre de tributos aduaneros. Exención de IVA para materias primas, insumos y bienes terminados que se vendan desde el territorio aduanero nacional a usuarios industriales de zona franca o entre estos y descuento de impuestos a transacciones financieras, entre muchas otras ventajas.
La ubicación estratégica de nuestro país y la excelente conectividad con las Américas, Europa y Asia, hacen de las zonas francas colombianas una excelente oportunidad de crecimiento y prosperidad para muchos empresarios. En promedio en los últimos diez años se han invertido cerca de 3.6 billones de pesos anuales en estas zonas en Colombia. Los beneficios para una empresa instalándose en zona franca están casi que garantizados.
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