Las zonas francas permanentes son áreas geográficas que no pueden tener un terreno menor a 20 hectáreas, para que allí se instalen empresas-usuarios que desarrollan actividades industriales, comerciales o de servicios y que van a gozar de beneficios tributarios, aduaneros y cambiarios. Estas áreas son administradas por un usuario operador. El usuario operador de la zona franca permanente es la persona jurídica domiciliada en el país o sucursal de una sociedad extranjera, cuyo propósito es dirigir y administrar la Zona Franca, además de cumplir con la labor de calificar los usuarios que se instalen en ella. Debe ser diferente de los usuarios industriales o comerciales, y sin vinculación económica o societaria con estos.
Según la ANDI (Asociación de Industriales de Colombia), actualmente en Colombia existen alrededor de 31 zonas francas permanentes con más de 500 usuarios en todo el país. También son denominadas parques industriales y deben ser dotadas de la infraestructura necesaria para la ejecución de las actividades desarrolladas por los usuarios.
Estas empresas deben producir o transformar bienes, o prestar servicios para poder gozar de los incentivos. Adicionalmente deben cumplir con ciertos requisitos de empleo e inversión. El objetivo de las zonas francas, entre otros, es ser instrumento para la creación de empleo y para la captación de nuevas inversiones de capital, así como ser un polo de desarrollo que promueva la competitividad en la región donde se establezca.
Las zonas francas desarrollan procesos industriales altamente productivos y competitivos bajo los conceptos de seguridad, transparencia, tecnología, producción limpia, y buenas prácticas empresariales. Zona franca Metropolitana es la Zona Franca Permanente más cercana a Bogotá sin estar dentro de la ciudad, pensada y desarrollada para operaciones logísticas de alto valor. La ubicación es excelente para empresas de tecnología y servicios, entre otras.
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