¿Cómo impactan a Colombia las zonas francas? Spoiler: mucho más de lo que crees.

Cuando oímos “zona franca”, imaginamos un parque industrial frío, lleno de containers y de trámites por hacer.

Pero la realidad es otra: las zonas francas están más cerca de tu vida diaria de lo que parece.

Están en los productos que se exportan desde tu región.

En los empleos formales que se crean cerca de casa.

En el software, los alimentos y hasta los servicios médicos que Colombia le entrega al mundo.

Son algo más que un régimen especial: son una pieza clave de la competitividad nacional. Y los datos de ANDI (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia) son claros puedes leerlos aquí.

Colombia cuenta con 115 zonas francas activas en 20 departamentos, donde operan más de 1.000 empresas. Este ecosistema ha captado más de $54,8 billones en inversión en los últimos 5 años. De esa cifra, $14 billones se han invertido en servicios como data centers, y $2,2 billones en agroindustria.

¿Y los resultados? Concretos. Y poderosos.

Las zonas francas generan más de 182.000 empleos formales, muchos de ellos en sectores de alto valor como tecnología, logística o servicios especializados. Y eso no es todo: 7.069 de esos empleos son para jóvenes entre 18 y 28 años.

¿Te preocupa el crecimiento económico del país? Las empresas en zonas francas aportarán el 2,6% del PIB nacional en 2023. Además, lograron una balanza comercial superavitaria de USD 1.367 millones. En otras palabras: exportaron más de lo que importaron, algo que Colombia necesita más que nunca.

Y hablando de exportaciones…

Las zonas francas representaron en 2024 el 6% del total de las exportaciones del país, con ventas por más de USD 3.127 millones. Desde manufactura hasta servicios como BPO, ITO y KPO, estas zonas no sólo dinamizan la economía: la transforman.

¿Y qué hay de la sostenibilidad?

Muchas zonas francas ya aplican energías limpias, economía circular y eficiencia energética. Están respondiendo a los nuevos estándares internacionales y a los consumidores conscientes que exigen más que solo buen precio.

Además, su modelo cerrado y con doble control aduanero (DIAN + Usuario Operador) ofrece una ventaja clave: protección en la cadena de suministro. Algo fundamental para industrias que manejan mercancía sensible o que necesitan cumplir con estándares como los de la OCDE.

Pero no todas las zonas francas son iguales.

La diferencia está en cómo se gestionan. En qué tan cerca están de las empresas. En qué tan rápido y bien responden y cómo impactan a Colombia las Zonas Francas.

Ahí es donde entra ZF Metropolitana, ubicada en Cota (Cundinamarca). Más que un espacio físico, es un socio estratégico para empresas que buscan crecer con visión global y operar con eficiencia local.

Porque las zonas francas no son un privilegio: son una oportunidad compartida.

Y si las cuidamos, si las fortalecemos, si apostamos por ellas… ganamos todos.


No hay comentarios »

Comentarios are closed.

Envíenos sus datos para recibir mayor información