Más allá de los Beneficios Fiscales: El Valor de la Transparencia en Zonas francas

Cuando hablamos de zonas francas, solemos pensar en beneficios fiscales, comercio internacional y generación de empleo. Sin embargo, existe un factor muy importante que muchas veces pasa desapercibido y que marca la diferencia entre una zona franca regular y un modelo ejemplar: la transparencia.

En el caso de Zona Franca Metropolitana (ZFM), este valor no es solo un ideal, sino el eje sobre el cual gira su operación y su impacto en el mercado y en la sociedad.

La actividad de Zona Franca Metropolitana es un modelo claro de transparencia en zonas francas y es un ejemplo potente de cómo la transparencia no solo genera confianza, sino que también impulsa el desarrollo sostenible, atrae inversiones de calidad y fomenta relaciones sólidas con todas las partes interesadas, desde las empresas hasta las comunidades locales.

¿Sabías que convertirse en zona franca es un proceso completamente reglado y transparente?

Desde la calificación otorgada por el Ministerio de Comercio hasta los requisitos estrictos que deben cumplir las empresas, todo está preparado para garantizar claridad, accesibilidad y cumplimiento normativo.

3 Fundamentos de la Transparencia en Zonas Francas; el Proceso de Calificación

1.   Procedimiento reglado y claro


La calificación como zona franca no deja espacio para la discrecionalidad. El Ministerio de Comercio es la entidad responsable, y todos los funcionarios se rigen por funciones estrictamente reguladas bajo el Decreto 2147. Esto significa que existen requisitos mínimos claros y procedimientos definidos, los cuales son información pública y accesible para cualquiera que desee consultarlos.

2.   Análisis Detallado y Estudios Rigurosos por Parte de los Empresarios


Las empresas que quieren convertirse en zona franca no toman esta decisión a la ligera. Antes de presentar su solicitud, realizan análisis profundos y detallados de viabilidad económica, financiera y de uso del suelo, asegurándose de cumplir con todos los requisitos del decreto.

Este proceso incluye la elaboración de un plan maestro, en el que detallan hacia dónde se dirige el proyecto, qué empresas operarán en la zona, la inversión proyectada y los empleos que generará.

3.   Revisión de una Comisión Intersectorial


Cada proyecto debe ser evaluado por la Comisión Intersectorial de Zonas Francas, en la que participan múltiples entidades, como el Ministerio de Comercio, el Ministerio de Hacienda, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y cualquier entidad competente del sector del proyecto presentado. Esta revisión asegura que los proyectos no solo cumplan con los requisitos, sino que aporten al desarrollo regional y nacional.

¿Por qué esto es importante?

Este nivel de transparencia significa que las zonas francas, como Zona Franca Metropolitana, no solo cumplen con altos estándares legales, sino que también garantizan que los proyectos aprobados son significativos y con alto valor para el desarrollo económico del país.

La claridad en cada paso del proceso genera confianza entre los empresarios, las comunidades y las instituciones.

En Zona Franca Metropolitana, este compromiso con la transparencia es evidente en cada acción. Desde sus procesos claros hasta su enfoque en el desarrollo sostenible, ZFM no solo se adapta a las normas, sino que las eleva, consolidándose como un referente en el sector.

Zona Franca Metropolitana es la prueba de que cuando se actúa con claridad y compromiso, los beneficios se reflejan en todos los niveles, desde las empresas que operan en estas zonas hasta las comunidades que se benefician de su impacto.


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